La popularité de ce livre sur Gleeph
Résumé
Se preguntarán con mucha razón por qué, de no mediar una especie de apuesta, iba yo a aceptar el encargo de escribir siquiera un ensayo popular sobre la historia de Inglaterra, si no puedo invocar ningún tipo de erudición especializada y no soy más que una persona corriente. La respuesta es que sé lo suficiente como para estar seguro de algo: que no se ha escrito ninguna historia desde el punto de vista de la gente corriente. Lo que solemos llamar historias populares más bien deberían llamarse historias antipopulares. Todas sin excepción se escribieron contra el pueblo, y en ellas o bien se le ignora o bien se prueba de manera enrevesada que estaba equivocado. Es verdad que Green tituló su libro Breve historia del pueblo de Inglaterra; pero da la impresión de que debió de pensar que era demasiado breve para mencionar en él al pueblo. Así, por ejemplo, una gran parte de su narración se titula «La Inglaterra puritana». Pero Inglaterra nunca fue puritana. Casi habría sido igual de injusto titular la ascensión al trono de Enrique de Navarra «La Francia puritana». Y muchos de nuestros historiadores whigs más extremados no habrían sido menos capaces de llamar a la campaña de Wexford y Drogheda «La Irlanda puritana». Pero es sobre todo al tratar de la Edad Media cuando las historias populares pisotean las tradiciones populares. En este aspecto se produce un contraste casi cómico entre la información general proporcionada sobre la Inglaterra de los dos o tres últimos siglos, cuando se estaba edificando el actual sistema industrial, y la información general suministrada acerca de los siglos anteriores que en términos generales denominamos medievales.